Parte de nuestros deseos son naturales, y otra parte son vanos deseos; entre los naturales, unos son necesarios y otros no; entre los necesarios, unos lo son para la felicidad, otros para el bienestar del cuerpos y otros para la vida misma en general.
Para Epicuro la felicidad está en los placeres (o mas bien en el gozo) del cuerpo, con tal de que estos sean naturales, moderados y serenos. Considera además que los goces del alma (como la amistad, y los recuerdos placenteros)hasta pueden llegar a ser superiores a los goces del cuerpo ya que éstos valen solo en tiempo presente, mientras que los del alma, duran respecto al pasado, existen en el presente y se proyectan hacia el futuro.
El modelo de "sabio" propuesto por Epicuro se contrapone al modelo estoico: no debe el hombre abstenerse de todo placer sin por el contrario, gozar moderadamente lo natural y necesario.
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